Empezamos septiembre, señoras y señores del jurado. Se acaba el verano, fin. Otro menos que nos
queda por vivir. En mi caso ha sido uno muy tranquilo. Más sano que los últimos
que he vivido. Haciendo ejercicio mientras veía un capítulo de True Blood,
cientos de Scrubs (otra vez), muchos de Ranma; o en su defecto películas (esta
tarde volví a ver Rocky y madre mía como me gusta… pero solo la primera claro).
Curso nuevo vida nueva, porque creo que eso es lo que debemos
decir los que somos estudiantes. Qué pasará esta vez? Piso nuevo? Sí. Carrera
nueva? No. Amigos nuevos? Quién sabe. Chicas? Mejor dejemos el tema a un lado…
Empiezo el curso más solo que la una. Tan solo como he estado todo
el verano. No digo que esté solo en el sentido de “o Ford, no tengo novia ni
pillo con ninguna!”. No, esas quejas que hasta tú estás harto de escucharte,
como intentando darte pena a ti mismo y lamentándote en plan deprimente y más
cutre que un disco de Nirvana (con todos mis respetos y mi aprecio). Eso lo
dices para compadecerte porque te da miedo la gente y lo que quieres es salir
corriendo cuando tengas la oportunidad de cambiarlo.
Estás solo de la forma en la que… cómo decirlo? No percibes a
tus allegados? La verdad es que es lo más parecido que he encontrado para
decirlo, y lo reconozco: es muy cutre.
Me explico. Solo en el sentido de que estás rodeado de gente y
no estás como si pertenecieras a ella. Te encuentras incómodo y echas cuatro
risas en el momento adecuado, pero la verdad no te ves cercano a esas personas
que realmente llevan unos cuantos años contigo. Lo peor es que, a mayores,
crees que tampoco les importas. Ya tenemos una buena paranoia! No confías tanto
en ellos, porque también crees que ellos ya no confían en ti y te tomas
cualquier hecho como una señal de ello (y como no lo sacas de contexto). Así
que ya estamos dando el primer paso para convertirnos en un jodido misántropo.
Aunque no todo queda aquí, por suerte. También están las
tardes que pasas solo en casa odiando a los demás y a ti mismo. A ti por
sentirte tan solo y a ellos como extensión de que se te da por sentirte solo y
prefieres escuchar otra vez esos 5 segundos de canción de una de tus películas
favoritas que te transporta durante ese tiempo a una fantasía en la que todo es
mejor y no vives allí, sino en tu mundo imaginario, seguro y perfecto. Tienes
esas fantasías todo el tiempo. Son distintas y todas tienen su banda sonora
particular. Así al menos no te encuentras tan solitario, y te hundes en
situaciones que no han existido ni existirán. Es cierto, qué mejor que la
calidez de las relaciones humanas que un recuerdo trastornado o un sueño que no
ha pasado?
Como tus expectativas son tan maravillosas, después apesta
volver a la realidad y encontrarte con… eso. Así que te hundes más en tu
cabeza. Joder, qué puntazo! Eso sí que es un “para que quiero a los demás
cuando me tengo a mi mismo?”. Y sigues y
sigues pensado lo mismo y dándole vueltas mientras no tienes contacto con nadie
porque ya no quieres verles. Eres peor que una novia despechada, joder…
Además también está la cuestión de que sí, te gusta ella; pero
qué más da. Realmente no sabes si es cierto o simplemente es una ilusión porque
te encuentras totalmente solo y llevas mucho tiempo estándolo. Aunque antes eso
era lo que querías no?
Querías caldo? Pois toma dúas cuncas…
Aquello de "a mí me pasa lo mismo" es tan repelente que me planteo no comentar.
ResponderEliminarOoops.
Hola de nuevo, querido. Estuve por tierras gallegas. No sé de qué zona serás, pero da igual. Me encanta toda.
Por azar, llegué hasta aquí y me quedo. Has sido demasiado empático como para rechazar tu blog. Un besote, Alex.
ResponderEliminar