lunes, 25 de abril de 2011

Escribir en la calle

No hace frío en la calle pues la noche primaveral es generosa y cálida cuando el cielo está encapotado y la Luna apenas se deja ver. La ciudad vieja de Santiago es más bonita cuando la alumbran las estrellas y pasear por sus callejuelas y empedrado, bajo sus soportales, tan necesarios en lo múltiples días de lluvia; o simplemente por delante de la catedral, que tantas postales y artículos para regalo llena, es un regalo cuando son las 3 de la mañana de un día cualquiera.

Sin embargo esa noche es un lunes y no son las 3 de la mañana, sino las 10 de la noche. Sentado en uno de los bancos de piedra del Obradoiro, con las vistas de la catedral en frente, está Álex escribiendo en su portátil.

Por la plaza se acercan dos hombres, bueno; si se les puede llamar así… digamos que son un proyecto de hombre.

Nico, encorvado y con el pelo largo. Pero siempre perfecto con esa raya bien definida y el flequillo ladeado. Su polo azul que como él dice “es el tono del partido” y sí, político, le da un toque de refinamiento que no encaja con sus andares y menos con su baja estatura o ya digamos con su barriga para nada estilística.

Edu, de porte y figura cautivadora. Con esos ojos verdes, vidriosos, que se iluminan con la luz de la plaza. Siempre listos para fulminar a la chica que pase delante de ellos. Está las 24h al acecho, es como un marine o un SAS pero en lo suyo: el sexo opuesto. Una mezcla entre Hanck Moody y Greg House que según él “pone húmedas a las churris”. Es un comentario explícito, desagradable, machista, directo y, por desgracia; sincero y jodidamente objetivo.

Álex, moreno y despeinado. Sentado en ese banco, con las piernas cruzadas, escribe como si la vida le fuera en ello por primera vez en su vida. Sus manos teclean con la precisión de un cirujano, sin fallos y limpiamente. Sus ojos con esa mezcla entre castaño verdoso no quitan ojo a las teclas y a la pantalla. Porque por una vez satisfecho con lo que escribe. Y su aspecto en primera vista arreglado, se viene abajo con un segundo examen. Sus playeros de “niño” bien nunca vieron un lavado. Sus vaqueros… menos. Y su camiseta, bueno; dejémoslo en que parece que llegó a plancharse. Pero al menos se echó colonia… (lo que hace la gente por disimular la falta de una ducha).

-Tío, si llego a saber que estabas frikeando con el portátil pasaba de venir. –Niko no dice ni “hola”, porque sí… la confianza da asco.

-Buenas, pero vete terminando que pasamos por tu casa a dejar las cosas y luego salimos.

-No hay fallo, ya casi termino.- Aumenta el ritmo, la velocidad, la precisión. El sonido de las teclas resuena en sus tímpanos como una melodía sincronizada y precisa. No hay música de fondo como suele haber, solo el sonido de la calle. Al final termina con el último punto.

-Oye, -pregunta Edu- qué escribes?

-Es para mi blog.

-Ese coñazo?- ahora Nico y su sinceridad- Te dije que era tu seguidor por aumentar el número, pero no te leo tío… es muy aburrido, además ya te conozco y con eso me llega.

-Nico… tu siempre tan agradable y superficial. – Eso fue Edu, y tal comentario extraña porque no es propio de él. -Oye, Álex, por qué lo tienes? Es cierto que nadie te lee.

-Ya bueno, pero yo sí leo alguno. Lo bueno es que puedes conocer a alguien sin haberle visto. Lees otros blogs y puedes idealizar a la persona que escribió. Eso… es… interesante.

-En otras palabras, que puedes tener al mayor cardo borriquero del puto mundo al otro lado, que te deja comentarios y no sale de casa porque es una inadaptada y fea… y piensas que es una bellezón, que está toda maciza y es la chica perfecta para ti. Y luego hablan de los chats…

-Nico, qué mierda te metes? Si tienes otro blog…. Joder, te has escuchado?? Sácate el palo del culo, que si mal no recuerdo fuiste tú el que quedó con ese cardo pensado que era un pivón. Para ligar están los bares, los pubs, las discotecas y el Tuenti. –Esa última palabra de Edu ha sido más baja, como si no quisiera reconocerlo.

- Es cierto –le toca a Álex- porque yo no uso esto para ligar, pero es otro mundo… no conoces a nadie, pero en realidad sí. No sé si me entiendes. Lees lo que piensan, sienten… Les comentas, te comentan. Puedes ser tú o tu alter ego. Es mucho mejor que el mejor juego de rol, especialmente que tu WoW.

-Eh! El WoW es la puta bomba!

-Ya, pero no es real, no es humano. Esto puede ser más humano que las relaciones interpersonales. Porque es como una puta inyección de personalidad y pensamientos en vena. Es la puta epinefrina que le dan a Uma Thurman!-Álex está en la cresta de la ola de su sermón.

-Joder… me encanta Pulp Fiction. –Ese era Edu, el mayor amante de Tarantino… único hombre con el cual se ha replanteado su sexualidad.

-Además… es bonito idealizar a quien escribe, es más real que su verdadera imagen. –Álex mira al cielo, se pone tierno. –Y es personal. Una ventana de uno al mundo.

-Joder, ya nos salió el fan de Bécquer! –Aunque parezca mentira eso lo dijo Nico, porque sí; este curioso individuo es un ávido lector de poesía. Además, no soporta a los románticos empedernidos. -Léete a Neruda o simplemente algo de verdad.

-Sabes que no leo poesía… o mejor que casi no leo.

-Y aún así escribes.

Después de eso, Álex coge su mochila, guarda su portátil y se marchan. Esa es una noche para salir. Dejar las cosas en el piso y luego de fiesta. A la vuelta acompañado… pero no por ellas sino por ellos. Otra noche sin chicas. Yupi…

1 comentario:

  1. Tío me he reconocido en ese texto, pero lo malo es que ha sido con los tres personajes. Bien hecho.
    Salu2

    ResponderEliminar