martes, 6 de julio de 2010

Hanck Moody, vida y obra.

Estos días no paro de ver “Californication”, una de mis series preferidas; con un David Duchovny en el papel del controvertido Hanck Moody, un personaje que te alegra las mañanas, tardes y noches con sus incisivos comentarios y su idolatría acerca de las vaginas femeninas, metiéndola en cualquier agujero que cumpla unos requisitos mínimos y siempre intentado hacer a cada mujer única, y eso lo hace con unas cuantas. No puedo negar la admiración por este anterior escritor de bestsellers venido a menos, autodestructivo, lujurioso, mordaz, y con un atípico sentido de defensa del género femenino; pues para este cuarentón de mente calenturienta cada mujer es especial.

Hablamos de un antiguo fan de la música, ese tío que visto desde fuera todos querríamos tener por padre. Amante de la música de los 60, 70… Le gusta el Guitar Hero, tiene una hermosísisima Gibson Les Paul, le gustan los helados, le gusta el sexo opuesto, le gustan las fiestas descontroladas, y le gustan tantas y otras cosas más propias de un adolescente que del padre que es.

Es osado, con una fachada de chico malo y rebelde que cubre a un enamorado e intelectual, con desprecio hacia todos aquellos que presumen de serlo y que, en mi opinión, todavía no se sacaron ese palo de escoba que les metieron hace mucho por el culo y que casi asoma por su bocaza (y sí: conozco gente así, yo podría ser uno de ellos de vez en cuando). Este individuo se hunde en un entrono tóxico para muchas moralidades, y no recomendado para las más puritanos.

Para que engañarnos, no es un personaje ni muchos menos rompedor. No marcará un antes ni un después en la TV como un interpretación rompedora y sensacional, a pesar que nuestro antiguo persecutor de fenómenos extraños se salga en el papel, puesto que la serie está plagada de momentos pastel con un extra de azúcar, pero que no resultan tan empalagosos gracias a unos ingeniosos diálogos y varias situaciones que rozan lo estrafalario y surrealista siempre por el camino de lo cómico. No mentiré, me he enamorado (platónicamente).

PD: Este hombre ha echo una de las críticas literarias más sinceras que he escuchado, "esos libros solo sirven para limpiarse el culo" (acerca de la saga Crepúsculo)

1 comentario:

  1. eso no es sincero, es fácil. no hace falta ser escritor o haber abierto un libro para poder decirlo. a ver si reveo algún cap., de momento sigo con Daria, la música está muy bien.

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