domingo, 19 de junio de 2011

Cuidado que viene Disney

Casi es verano. Solo faltan dos días, pero ya le ha cogido manía. Álex, se levanta cada mañana cansado como cuando madrugaba, solo que el reloj ahora marca las doce y no las siete y media. Es pronto para que haga adivinaciones sobre las “vacaciones” que ya ha comenzado. Porque no lo son de verdad. Hay una fecha que cada vez tiene más próxima y son los exámenes de julio. Solo son dos, y asequibles. Pero que pocas ganas tiene de hacer nada.

Cuando por las mañanas abre los párpados y sus ojos legañosos miran el reloj se acuerda de los planes que tenía cuando acabó el curso “levantarse pronto, ir a correr, comer mejor… estudiar”. Todo lo que ahora no está haciendo. Sus días son sencillos, y aburridos.

Mientras mira la lluvia por la ventana en los días previos a la llegada del calor, y cargados de agua, escucha de fondo el sonido del televisor. Está tirado en el sofá. Pero de forma distinta. Los pies en el respaldo y la cabeza al suelo. Así, del revés, espera a que la sangre le baje (o le suba) al cerebro ya que en esos momentos la otra opción es seguir con la cuarta de hora de partida en la videoconsola. Por suerte como mamá y papá no están, puede aprovechar para hacer cosas como esas… vaguear, jugar, y “sentarse” del revés en el sofá con las zapatillas en el respaldo y la cabeza en el suelo hasta que empieza a marearse. En la mesa del salón, una caja de pizza, un refresco y muchos yogures vacíos.

Mientras está allí esperando un mareo que no llega y mira a través de la ventana a su perro igual de aburrido y tirado en el porche de la casa, empieza a oler ese aroma de los tres días que lleva sin ducharse. Tres días en los que no ha salido de casa y tampoco se ha quitado un pijama que ya casi es como otra capa de piel que empieza a aumentar de tamaño en consonancia con su barriga. Lo único bueno es que después de dos meses se había afeitado, pero solo porque estaba aburrido…

El salón comienza a dar vueltas y empieza a pensar que esa forma de conseguir un “colocón” es demasiado (no, muuuuuy!) estúpida. Bueno, no si tienes diez años y has terminados los deberes justo cuando Mami y Papi salían de casa y te dejaban solo toda la tarde (vaya aventura!). El problema es que ahora no hay un niño de diez años que haya terminado los deberes, sino un tío de diecinueve con nula higiene corporal, sin novia, sin planes, con mucho trabajo pendiente y sin motivaciones o aspiraciones en un futuro próximo… y que además estaba engordando! Si a eso le añadimos un acné sobrealimentado son grasas artificiales de las últimas dos semanas… el resultado es, cuando menos, asqueroso. O mejor: lamentable.

Oh! Qué “bonita” es mi vida… creo que voy a ver una peli a PelisYonkis, hoy… vamos con las de Disney, qué tal Mulan?

2 comentarios:

  1. Tengo un problema con Disney, tiene la culpa de mis altas expectativas en cuanto a malos, después de una peli de Disney te los esperas elegantes, manícos, terroríficos, con manzanas rojas y súper pócimas... vamos, a lo Vincent Price. Luego resulta que dan menos miedo y llevan corbata. Disney es una decepción constante... XD
    Siempre que estoy en estado vegetativo enchufo los Ramones a tope.
    ;)

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  2. Por qué le llamas Alex si todos sabemos que eres tú, pillín.

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