miércoles, 17 de noviembre de 2010

Sin luz

No hay una luz que saque de la penumbra, a una figura hundida en lo oscuro, donde solo un espejo refleja la escasa claridad que traspasa la ventana. El wolframio de las bombillas no quería iluminar la habitación, y el negro cubría las paredes. No sabía dónde estaba la puerta y dónde estaba la pared. No sabía dónde empezaba y terminaba su cama... Una sensación de estar conociendo el infinito le invadía. No sentía miedo alguno, infantil e irracional, ante la ausencia de iluminación. Solo se dejaba llevar por ella. Todo estaba como por las mañanas cuando el sol baña los pasillos del piso, y solo las nubes pueden, parcialmente, ensombrecer la vista. Aunque todo estaba como siempre a Él le parecía que estaba en otro sitio. No era capaz de ubicar al Rent Boy del póster de la pared, que lo vigilaba calado tan calado hasta los huesos. Solo era perfecto. Si alguna vez quiso estar muerto eso podía ser lo más parecido que podía lograr. La más absoluta oscuridad, soledad y paz... Y por mucho que quisiera ver, no podía. Un mal día para que el portátil estuviera descargado y el móvil en las últimas. Un buen día para acordarse de comprar una linterna o vela "por si acaso"... pero así era distinto. Y para alguien como Él que necesitaba cambiar siempre y ver la otra cara de la moneda, aquello era perfecto. Como estar muerto...

1 comentario:

  1. Él me gusta.


    (Es como cuando abres los ojos y ves lo mismo que con ellos cerrados)

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