domingo, 13 de marzo de 2011

Reunión

Es una tarde cálida de verano, y dos hombre están junto a un acantilado. Al borde del mar escuchan el romper de las olas contra la roca. Mientras, detrás de ellos, se extiende un frondoso bosque repleto de robles y árboles caducos. Sin embargo, no se apreciaba sonido alguno de animales o vida de aquellos árboles. Estaba calmo, sin que la brisa marina los pertubara mínimamente.

En el descampado que precedía al acantilado, marcado por una veta de roca caliza, estaban esos dos hombres tan distintos. Uno llevaba americana, camisa, y pantalones de lino con estampado a cuadros. Sus zapatos estaban lustrosos y reflejaban, en su color castaño, el sol veraniego de lo relucientes que estaban. A pesar del calor llevaba una pasmina afgana con motivos florales y unas gafas de sol de marca que daban entrada a un pelo brillante, embotado en gomina y peinado hacia atrás. Tenía una mirada altiva, indiferente al resto se podría decir. Era superior a los demás y lo sabía. Tenía porte, y buena planta. Hasta se sentaba con estilo en un roca sin manchar la ropa.

Sin embargo el otro hombre, que parecía más joven, llevaba unos vaqueros roídos y sucios. Una camisa verde con bolsillos en el pecho, los cuales no tenía botones hace años. Sus ojos se volvía verdes con la luz del sol y a pesar de lo que brillaban, quedaban tapados por un pelo grasiento y enmarañado; propio de alguien con poca higiene personal. Las botas marrones que llevaba se conservaban bien, pero dejaban ver muchos años y muchas caminatas. Sus muñecas estaban llenas de pulseras, hasta una llevaba un candado.

-Parece que no te ha ido mal. Vistes como un pincel.

-Es posible. Algún día tanto chapar en la carrera tendría recompensa, ¿no?

-Lo dices como si los demás nos hubiéramos rascado los huevos hace 10 años.

-Sabes que no, no vamos a volver con eso… además, ¿el resto no viene? Porque yo también tengo cosas que hacer, ¿sabes?

-Ten paciencia que ya llegarán…

-¿De quien fue la idea de citarnos aquí? Porque como que yo tengo una agenda, trabajo y esas cosas… y sabes que los demás también.

-Tío, porque siempre estais con todo eso. A veces me haces dudar si os tirais a vuestros trabajos o a vuestras mujeres… Y la idea fue mía. Llevábamos demasiado sin vernos. Hace demasiados años.

-Joder, Álex, y como a ti te entra la melancolía tenemos que venir aquí. Que tenemos vida… siempre hay que hacer lo que tu quieres.

-Lo que pasa es que siempre me has tenido envidia.

-¿Seguro? Pero si no has llegado a nada… Es más, según tu ¿también te tenía envidia aquella vez que te dio una de tus “crisis” y empezaste a perseguir a todas las tías con las que habías salido? O cuando te pusiste a a gritarnos a todos que éramos imbéciles y que no sabíamos de nada y desapareciste más de una semana porque te encerraste en casa? ¿O incluso la vez que te compraste una guitarra, una cámara de fotos y más páridas para rayarnos con ellas y no saber usarlas?

-Bueno, algo aprendí. Aunque tardara años… Además ¿qué cojones te importa? Son mis cosas….

-Porque eres como cáncer y te extiendes por todas partes. Vales que te quieras morir porque vuelvas a estar suspirando por una tía, pero no nos arrastres a los demás con tus paranoias.

-Yo a eso lo llamo estar vivo.

-Ya empezamos con más chorradas Disney. Como el niño quiere hay que hacerlo, ¿no?

-Pues si después de años sin vernos lo seguís haciendo por algo será. Soy como un imán de mierda, atraigo a todo el mundo y le voy jodiendo vale… pero reconoce que soy un imán muy potente.

-Haznos un favor y tírate al mar, que yo me largo…

-Es increíble… y luego me llaman crío. Hay que joderse…

3 comentarios:

  1. ehh, esa quedada del futuro, mejor la organizo yo. que soy más diplomática .
    :)

    ResponderEliminar
  2. por cierto,he vuelto.
    coméntame si puedes.

    ResponderEliminar
  3. Cuidado con los tiempos verbales. Has empezado en presente de indicativo y te has pasado en un pispás al pretérito imperfecto.

    (Ves, así se nota que me lo he leído)

    ResponderEliminar