martes, 29 de diciembre de 2009

A Coruña: calles y discos


A Coruña no es una ciudad grande. Ni mucho menos. Es una ciudad pequeñita que vista desde el cielo nocturno no es más que un punto de luz junto al mar.

Aún a pesar de la deshumanización que sufre hoy día cualquier ciudad, en estas fechas, A Coruña siempre resplandece de vida que abarrota sus pequeñas calles. Es una delicia para los oídos el escuchar el continuo sonido de los pasos del gentío acompañado por un trasfondo de incesante lluvia. No puede haber mejor día en A Coruña que un día gris.

Durante el invierno, y más en estas fechas, es muy popular entre los “coruños” ir a la pista de hielo a patinar. Es tan sumamente relajante el deslizarte suavemente sobre un níveo y helado suelo. ¿No resulta maravilloso imaginarse la escena?

Pero los músicos, dónde estarían las calles del centro de la ciudad sin los músicos. Artistas que se afanan en tocar antes de que las gotas de lluvia se traduzcan en un aguacero, apurando a los últimos espectadores, quienes impertérritos, ignoran las gotas de lluvia. Cosas de la costumbre.

No podemos olvidar mi sensación preferida. Cuando, a carreras, enfilas los callejones de la urbe gallega, esquivando charcos y paraguas, transeúntes y bolsas de regalos. Finalmente encuentras el premio. Llegas a la tienda de discos. Limpias los pies, bastante mojados, en ese felpudo color rosa y atraviesas su puerta de cristal, que deja a la vista las paredes repletas de estantes de discos a la par que numerosos posters y carteles de grupos y conciertos. Dentro te invade una calidez totalmente ajena a lo que sucede fuera junto a un olor a incienso y una canción, que sea cual sea siempre es genial. La sonrisa y el saludo del dependiente. Estamos en el Nirvana.

Cuantas cosas me olvido, demasiadas; seguro. Desde tomarte un chocolate caliente del Vechio sin que el agua entre, estropeándotelo, o sin que se te caiga por encima. Hasta caminar junto al mar por el paseo marítimo, con una sinfonía de olores marinos. Demasiadas cosas…

2 comentarios:

  1. Ahora estoy descaradamente loca por ir a A Coruña... no he estado nunca, vivir al lado del mar tiene que ser genial.
    En cuanto a tu otra entrada, TENGO que ver esa peli, además lo mío con Casi famosos fue amor a primera vista, tengo debilidad por las películas sobre músicos(no sobre música). Cream son(fueron)superiores, después de eso Clapton se convirtió en un ñoño autolimitado(aunque tuviera sus razones...)y Lou Reed un poeta(L)
    Bueno, ya que estoy en modo:Parrafada, no se si te había dicho que me gusta mucho la foto nueva de tu encabezamiento :)

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  2. me encanta. me encanta el momento entrar en portobello todos empapados y oler ese incienso (por el que me sueles llamar yonqui... ejem.) y simplemente estar ahí. Por no decir oir a Carlos y Silvia mejorando a los Beatles y a Oasis y a muchos otros, y que nos pongan el micro para cantar American Pie, y que cuando pido I`m gonna be y Suspicious minds, las consiga. Porque aunque digas que no, ellos tienen una energía especial, como estoy segura de que tienen la mayoría de las personas. Amo Coruña, joder.

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