Psicología barata

La Red es algo habitual para todos nosotros. Internet se ha convertido en nuestro “nuevo” dios, después de Maradona, Jimmy Page, Kurt Cobein, George W. Bush (este es de los infiernos), la Coca-Cola… Así sumamos Internet a una larga lista de personajes, descubrimientos, inventos, libros... que han pasado a la historia y se ha convertido, por méritos propios, en parte de nuestra vida y sin los cuales hoy día nos parecería imposible vivir sin ellos. Desde ese papel higiénico sedoso que nos deja las nalgas como el culito de un bebé tras ocuparnos de nuestros asuntos más sucios. Hasta ese café de primera hora de la mañana, sin el cual mucha gente pasaría a convertirse zombis de “El amanecer de los muertos”.

Pero Internet, eso ya es otra cosa. Es un mundo aparte, separado del resto y a la vez conectado con todo. Creo, que el sistema de comunicación global de mayor extensión que conocemos, también es una de las mejores herramientas para evadirnos, en algunos casos, hasta mejor que un buen libro. Solo de pensar eso, se me ponen los pelos como escarpias.

Es asombroso lo que esta herramienta, utensilio, chisme o como lo llamemos; nos facilita convertirnos en aquello que queremos. Nos permite crear nuestro alter ego ideal. Ya podemos ser personajes huraños, cerrados, tímidos y por ende todo lo opuesto a “socialmente activo”; que con crearnos un Tuenti con cuatro fotos, un Facebook, posar con la cámara de “mami” y “papi” en el espejo del baño (dejado a la vista ese muñeco color rosa con el que nos gusta bañarnos) y poner comentarios en todas las fotos que veamos. No nos olvidemos de agregar a todo hijo de vecino. Ya somos otra persona, ¿qué más da que nuestra vida real sea una mierda? Siempre podemos evadirnos, escapar de la realidad. Podemos escribir en Wikipedia y notar un cosquilleo en el cuerpo, acompañado de un pensamiento de: mira que listo soy. Podemos debatir en blogs, con los nombres de nuestros personajes preferidos y con esa foto de Goku tan chula con el pelo amarillo. Podemos sentirnos alguien, un alguien que quizás no somos en la vida real, porque es demasiado duro.

Sin embargo, en opinión de este humilde “escritor”; que como muchos otros se refugió en los blogs para crear su reino personal, la realidad siempre desbordará a la ficción. Por mucho que nos refugiemos en otros mundos, que nos escondamos en los recovecos más inhóspitos de la red; la realidad siempre te cogerá y te atrapará. La realidad siempre te devuelve al mundo, a la tierra que pisas y lo hace de la forma más dura. Cuando menos te lo esperas. Cuando el cambio te aterra. Cuando la psicología barata leída en una pantalla, como esta, y no nos sirve.